domingo, 27 de marzo de 2016

Cáncer

El sol ya comenzaba a iluminar débilmente a través de su ventana. Otro día lleno de sueños y esperanzas comenzaba, o al menos para aquellos que tenían sueños, y aún no habían perdido la esperanza. Volteó a ver el reloj sobre su mesa de noche y marcaba las seis y diez minutos. No había dormido nada bien, como era ya costumbre desde que los dolores en la parte alta de su abdomen y su espalda la atacaban con una fuerza colosal. El dolor la hacía siempre pensar en las corridas de toros, se imaginaba que algo muy similar debían sentir los toreros al ser embestidos por el animal. Ella creía que al menos ese dolor ellos se lo buscaban, y en cierto modo lo merecían por participar en algo tan grotesco como aquello, pero, ¿qué había sido eso tan malo que ella había hecho para estar muriendo tan lenta y dolorosamente?

sábado, 26 de marzo de 2016

El Inicio


Era un nombre. El nombre de un capítulo. Un capítulo de un libro. Un libro que me llena, que me impulsa, pero sobre todo, que no ve la luz. 

Todo tiene un inicio. Cada uno de nosotros es un universo complejo, diferente y relativo a la vista, al corazón, al pensamiento. 

¿Qué son los sueños? ¿Qué podemos entender por sueños? ¿Son acaso la idea que nos venden de aquello que debemos anhelar? ¿O aquello que realmente anhelamos? Pues en mi universo, los sueños son el concreto capaz de llenar los baches del alma. Pero solo los sueños por los que somos capaces de luchar. 

Era un mundo lejano, donde en un tiempo aún más lejano, vivió un príncipe. No era un príncipe como los que conocemos, este no tenía una corona dorada llena de piedras preciosas, tampoco un trono de hierro, o un escudero. Era un príncipe que cubría las tinieblas con su luz, un príncipe que debía ser protegido, porque era él, el mayor de los tesoros. No tenía riqueza, pero si un selecto grupo de guardianes, y otro de guerreros. Juntos todos, eran doce. Su deber por supuesto, protegerlo. Una noche, cuando las flores de plata resplandecían ante la luz de un cristal singular, el príncipe fue atacado por aquel de poder único, y sus protectores fallaron. Y desde la luz, hasta el Fuego y el Agua fueron castigados, pero con una tercera oportunidad, una que crecía en un planeta igual de lejano, un planeta donde la humanidad entera se mataba a si misma, donde la magia era absurda ante el pensamiento erudito, y la posibilidad de un universo controlado por un par de ojos, era descabellada. Fue allí, donde oculto tras un pasado lleno de misterios y dudas, creció la luz. 

¿Qué cuál es mi sueño? Qué los protectores vean la luz, que la reconozcan al fin, y puedan protegerla de aquella maldad que emerge tras siete puertas, una capaz de dejar en penumbra las flores del único y verdadero ser. Son un par de labios, un solo corazón y en la profunda selva estelar, un Oso. 

Soy Fer Mejía, un soñador que espera ver la luz.